Culo y Calzón

Ya una vez escribí de un grupo de personas que se robaron mi corazón, pero hay dos, que me lo sacaron de una y ni siquiera se dignaron a avisarme. Estás dos personitas, las voy a denominar "Culo y Calzón". Estás dos personas, aparecieron en mi vida sin golpear y arrasaron como un huracán y golpearon como el boxeador más furioso contra mi corazón. Realmente, no las vi venir. Culo y Calzón, son excelentes personas, que me alegro muchisimo de haber conocido, porque como se los dije alguna vez, no son de esa clase de personas que se encuentra a la vuelta de la esquina. No son amigas para pasar el rato. Son mucho más. Si Calzón, me inspiraron. Son geniales, divertidas, únicas. Sé que queda mucho por conocer y mucho por aprender (sobretodo Historia). Aprendí muchisimo de ustedes. Pocas veces se ve una amistad como la suya, así que me paro, me saco el sombrero y las aplaudo. Extraño llamarlas a cada rato (un momento. Eso lo sigo haciendo!) a la habitación para joder; reírme de lo borrachas que están (esas sonrisas de borrachas, no me las olvido más); hacerles ring-raje a las 5am y que Calzón corra desenfrenadamente a ver quién mierda rompe las bolas y descubrir semanas después que fui yo (y que mi consciencia era Cleotilda). En 11 días (que en realidad fueron menos), se hicieron querer muchisimo. Como le dije a Culo el otro día, no es común que peguemos tan buena onda en tan poco tiempo.
Porque hay un recuerdo que siempre está presente y siempre está latente. Es aquel, de ese día de agosto, donde estabamos todos en una habitación y eran todos chicos, menos ustedes. Los chicos nos habían dicho que las chicas no venían porque no querían hacer la previa con nosotras o porque la querían hacer solas, pero ahí estaban ustedes. Me acerqué a hablarles. Estaba una contra la pared y la otra apoyada en la mesita del teléfono. Pregunté sus nombres y el único que me acordé al toque, fue el de Calzón, porque su apodo era inolvidable.
Esa noche, no me la olvido más. Es curioso: hay millones de cosas que uno olvida. Cosas que son importantes, que aprendes en la escuela, porque en un futuro te van a servir, pero mi cabeza prefiere tener el recuerdo de dónde, cómo y cuándo las conocí. No quiero mentir, pero me parece que fue el 26 de agosto. No voy a decir como dicen muchos: "desde el primer momento en que las vi, supe que ibamos a ser amigas y nos ibamos a llevar de 10". No. La verdad, ni me lo imaginé (y eso que tengo imaginación). Me acuerdo patente todas las caidas de Calzón que tantas risas me sacaron. Las charlas con Culo en la puerta de esa habitación donde se hacían las previas, donde le conté lo que había hecho la noche anterior y que me habían contado (estoy segura que no te acordas, pero yo me acuerdo como si hubiera sido hoy). Tampoco me voy a olvidar de que fueron una de las pocas personas que realmente quise saludar en nuestra última noche (que me costó que se me rompiera mi jean preferido, pero que sin duda valió la pena. Ahora mi jean tiene un agujero hermoso, que capturó ese bello momento). Esto es un secreto, pero: fueron con las que quise pasar la última noche. Me mandé para su cuarto después de un paso fugaz por el boliche. Y después fuimos a la habitación que estaba al lado de la mia, y le hice masajes a Culo que parecía que estaba teniendo orgasmo tras orgasmo (Sepan disculpar mi finura).
Creo que con toda la zarta de pelotudeces que escribí, lo que quiero decir es que las quiero mucho y que pueden contar conmigo para lo que necesiten. Y va para las dos. Desde la más mínima boludez hasta la fecha patria más importante. Desde jodas hasta el intento de sacarles una sonrisa en el momento más triste.
Las quiero muchisimo y realmente me alegro (y no se imaginan cuánto) de haberlas conocido.
GRACIAS CULO Y CALZÓN POR TODO.EN SERIO. GRACIAS