La pasé como el orto

Ayer, finalmente, pude retomar canto. Feliz de la vida llegué de la uni (feliz porque había terminado la tortura de Teología) y me puse a cocinar.
Hacía mucho, pero mucho calor. Entonces, me vi atrapada en una disyuntiva: ¿camino 30 cuadras + bondi o me tomo un remis?

Después de mucho meditarlo, mi cuerpo me pidió el remis. Mi economía me escupió la cara. Me tomo el remo y llego al lugar dispuesta a cantar como loca (terminé cantando "Crimenes Perfectos" de Calamaro, así que mucha locura no hubo).

Cuando llegué mi profesor me miraba raro. Yo pensaba: "¿Qué mierda le pasa? Si todavía no empecé a torturarlo". Pasó. Noté que toda la hora me siguió mirando raro. Como cuando terminó la clase me halago un par de cosas, pensé que le pasaba algo externo a mi molesta presencia ahí y listo. Nos despedimos y me fui a esperar el bondi.

El bondi no venía porque estaba cortada la avenida. Genial, ¿no? Empecé a preguntar a la gente que me mandaba de un lado para el otro. Como cada persona a la que le preguntaba me miraba raro, me inspeccioné en un vidrio a ver si tenía algo que no estaba viendo. No, nada. No vi nada raro.
Se me paró una camioneta al lado y me gritó una guasada. "¿Qué le pasa al mundo hoy?", pensé.

Terminé encontrando la parada solita. Cuando llega el benidto 324, el bondiman me mira y arquea las cejas. Me marca $1,10, pongo las moneditas y me muevo para dejar que otras personas saquen su boleto.
En el bondi TODOS me miraban raro. Algunos con mirada libidinosa, otros con mirada de reproche y yo con cara de "¿QUÉ MIERDA PASA?".
Me fui a buscar las ecografías que comenté en este post, compré cosas para la uni y me fui a casa.

Cuando llego (muerta de calor), entro a mi cuarto y ¿qué veo?

Mi corpiño. Me lo había sacado porque como ya dije alguna vez, me resulta molesto y no me lo había vuelto a poner. ¿La frutilla? Tenía una remera blanca bastante transparente.

Son cosas que me pasan.